El cansancio lo vence el susto

AL CANSANCIO LO VENCE EL SUSTO

 

Después de una ardua jornada de trabajo en el cual habían cargado una gran cantidad de heno seco, aprovisionándose para el invierno, caminaban por un sendero un buey, un elefante, una cebra y un pequeño zorro.

La tarde estaba cayendo, aproximándose la hora de cenar, lo que provocaba que el zorro quisiera llegar rápido a la aldea, llevaba las tripas crujiendo debido que había pasado todo el día sin comer, de los cuatro animales era el único que no comía heno.

Empezó el zorro a comentar que era bueno agilizar el paso, pues caída la noche corrían riesgo de ser atacados por los leones, con su estrategia pretendía llegar pronto, el hambre lo tenía casi vencido. El elefante empezó diciendo que él había trabajado muy fuerte que no tenía ánimos para correr, además era un poco lento y estaba enseñado a caminar despacio, el buey comentó que con ese trabajo no correría ni porque apareciera el león más grande, agregando que sentía ganas de dormir a la orilla del sendero para no  caminar más, la cebra dijo que ella había sido súper rápida en su juventud, que ahora no corría, menos después de esa agotadora jornada.

El zorro se fue quedando al final de la hilera, como pudo rugió imitando un león, luego pasó corriendo por un lado de sus amigos mientras gritaba: “a mí no me comerás hambriento león”, los amigos corrieron a tal velocidad, que el elefante pasó sus patas por encima del zorro y huyó, la cebra y el buey desaparecieron de inmediato, dejando de último al zorro.

Cuando el zorro  llegó, los tres animales lo esperaban, preocupados pensando que el león se lo había comido, el zorro les contó la verdad y les agregó que en realidad el cansancio está en nuestra mente, cerró diciendo :”El espíritu está siempre dispuesto a correr”